el proletariado sin organizacion no es nada, con organizacion lo es todo

PRINCIPIO FUNDACIONAL Camaradas: hoy deseamos reconocernos como destacamento para la construcción de un partido revolucionario en nuestra patria. Evaluamos varios aspectos a tener en cuenta: -el partido como un proceso vivo de construcción, que parte del propio rescate de la esencia revolucionaria del marxismo leninismo, enriquecido por los aportes de las luchas de clases a lo largo de la historia; -saber interpretar desde el propio análisis de clases nuestra realidad y en medio de esto avanzar a la construcción de esa organización revolucionaria. Si creyésemos que con empezar a recorrer ese camino ya somos al partido, no entenderíamos la labor que tenemos por delante y nuestro propio grado de responsabilidad asumido. Cuando hablamos de construcción viva, pensamos que existe una relación directa entre lo universal, que son los objetivos de la clase obrera desde su nacimiento como partido independiente, a partir del manifiesto comunista, y lo particular, que es como se ha desarrollado y como se desarrollará en nuestro país la lucha de clases. Pero reconocer y actuar sobre esas particularidades, depende de cómo concibamos esa construcción de una lucha práctica concreta, que se da a partir de construir desde las propias luchas, donde palpita la resistencia de nuestro pueblo, para aportar a construir los instrumentos que permitan ayudar a pasar estas luchas a planos superiores, que permitan derrotar a nuestro enemigo de clase que es el causante de nuestros sufrimientos. Concebimos a la célula como el partido. Estas palabras encierran un pensamiento, que parece una perogrullada, pero de tan simple que parece no lo es. Es una concepción que revaloriza aspectos del marxismo-leninismo y que hace a nuestra concepción de partido. No hay éxito de la lucha por la conquista del peder si no comenzamos por la construcción de ese partido, que es la construcción de una gran red de organismos básicos revolucionarios dispuestos a llevar adelante esa lucha en todos los rincones de nuestro suelo. Cuando afirmamos que existe la posibilidad de construir una respuesta revolucionaria en nuestro país, lo decimos porque también creemos que se pueden construir los instrumentos necesarios para esa respuesta, y una de ellas –problema cardinal de la revolución uruguaya- es la organización revolucionaria. En el organismo básico, o como lo querramos llamar, se concentran los objetivos de la organización revolucionaria, hoy destacamento. Allí se definirá la lucha de clases. No existe unidad, alianza o superestructura, que pueda reemplazar la actividad viva de los revolucionarios en cada fábrica, asentamiento, barrio, universidad, escuela, etc. De cómo desarrollamos nuestros organismos básicos dependerá el éxito de nuestros objetivos fundamentales. Para eso tenemos que actuar, conocer cada lugar que militemos, estudiar para hacer conocer las ideas del marxismo-leninismo y que los hijos de nuestra clase reconozcan en las ideas revolucionarias su organización y lucha por una sociedad mejor. No partimos de cero, venimos de una historia de lucha, resumida en las cabezas y en el corazón de tantos y tantos camaradas hoy desplazados por una concepción reformista y liquidadora de la mejor historia del partido de los comunistas. Somos asimismo continuadores de un proceso de debate y estudio, el cual debemos profundizar y estudiar más y mejor. Contamos con las herramientas que nos da el marxismo-leninismo que no es un dogma sino una guía para la acción y con la experiencia de lucha de nuestro pueblo y los pueblos hermanos, que batallan cotidianamente contra el mismo enemigo, y con pequeñas herramientas que vamos construyendo nosotros diariamente, y que a veces no las aprovechamos suficientemente. Hoy las exigencias son mayores, el capitalismo, llamado por algunos neoliberalismo, pretende como siempre que sigamos pagando la crisis los trabajadores, ocupados y desocupados y los sectores populares y eso en términos concretos, es más hambre, más miseria, menos educación, menos salud, más represión. Nuestro compromiso parte de un sueno, que SI es posible y SI es realizable porque es científico y tiene nombre y apellido: REVOLUCIÓN AGRARIA ANTIIMPERIALISTA EN CAMINO AL SOCIALISMO Y A LA ABOLICIÓN DE TODA EXPLOTACIÓN HAGÁMOSLO REALIDAD.

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